Las frutas en el equilibrio ácido-alcalino


Un concepto que está ganando cada vez más aceptación en el entorno médico y científico, hace referencia a la necesidad de mantener un equilibrio entre las sustancias ácidas y las sustancias básicas o alcalinas contenidas en nuestro organismo. Este tema comporta la mayor importancia, si se tiene en cuenta que la generación y propagación de las infecciones causadas por bacterias, la proliferación de hongos nocivos y todo aquello que promueve la enfermedad, requiere indefectiblemente de un ambiente ácido para su desarrollo.

De ello se desprende que la supervivencia de dichos agentes infecciosos resulta muy difícil, por no decir imposible, ante la presencia de sustancias alcalinas en el interior de nuestro cuerpo. Es así como, por causa de unos hábitos alimenticios erráticos e insanos, nuestro organismo va acumulando sustancias ácidas, con las cuales generamos un ambiente interno propicio para la enfermedad. Se cuentan por miles las necropsias realizadas a personas fallecidas por causa del cáncer, en las cuales se encontró como denominador común, la presencia abundante del hongo conocido con el nombre de Candida albicans, hecho que permite confirmar el antecedente de unos hábitos alimenticios inadecuados que, por razón de su efecto acidificante, han promovido el desarrollo de este hongo letal, así como de gérmenes patógenos causantes de múltiples enfermedades.

Desde luego, lo descrito no quiere decir que a nuestro organismo le conviene tener un ambiente completamente alcalino, pues es claro que ambos excesos pueden resultar igualmente letales. De ahí la necesidad de obtener un equilibrio en el PH (Potencial de hidrógeno) de nuestro cuerpo, el cual debe buscarse en una alimentación sana, natural y balanceada.

Al objeto de nuestro estudio nos llama la atención el comentario expresado por el Dr. Robert O. Young, afamado microbiólogo y autor de “El milagroso PH”, quien afirma en su libro: “Cuando los productos de desecho del metabolismo o ácidos, no se eliminan mediante la orina, la respiración, la sudoración o la defecación,  a fin de proteger la sangre, el cuerpo los deposita en los tejidos para que luego los elimine el sistema linfático. Pero cuando este sistema linfático es incapaz de eliminar todos esos residuos debido a la falta de ejercicio y a una deficiente hidratación alcalina, el cuerpo comienza a deteriorarse y pudrirse al igual que un plátano”. De aquí se infiere que un tumor no se presenta como resultado de una enfermedad, sino que por el contrario, prosigue el Dr. Young, “es un mecanismo protector del órgano, utilizado para encapsular células dañadas o envenenadas por el exceso de ácido que no se ha eliminado a través de la micción, el sudor, la respiración o la defecación”.

Seguramente que estos ácidos están muy vinculados a la generación de los radicales libres que tanto decrepitan nuestros tejidos. Cabe aquí anotar el efecto tan adverso que ejerce el azúcar, especialmente el refinado, toda vez que es el causante de algo que pudiéramos denominar “asfixia celular”, pues al fermentarse en nuestro organismo, las células cambian su respiración aeróbica realizada por gracia del oxígeno, hacia una respiración anaeróbica, en la cual los niveles de energía de la célula se ven disminuidos en una proporción bien considerable.

En síntesis debemos afirmar que la buena salud está estrechamente vinculada al equilibrio del PH en nuestro organismo, cuyo nivel óptimo se ha estimado entre 7.35 y 7.45, entendiéndose como ácidas las sustancias menores a 7 y alcalinas las que superan esta cifra, todo ello dentro de un rango total de 14 mediciones. El Dr. Young termina diciendo que la mejor forma para rebajar la acidez en nuestro cuerpo, se consigue con la adopción de buenos hábitos alimenticios y muy especialmente a través de una dieta rica en frutas y verduras. En este sentido él afirma textualmente: “Cuando seguimos un estilo de vida alcalino y una dieta alcalina, comenzamos a eliminar adecuadamente los ácidos metabólicos de nuestros tejidos y órganos, y podemos así llevar una vida larga y saludable, libre de malestar y enfermedades”.

Los minerales como el potasio, el calcio, el sodio y el magnesio, forman reacciones alcalinas en el cuerpo y se encuentran principalmente en las frutas y las verduras. Contrariamente, los alimentos que contienen hierro, azufre y fósforo como las carnes, el huevo, los lácteos y los frutos secos, son promotores de acidez.

El problema no consiste en acoger unos y descartar otros, porque los ácidos en cierta medida también son indispensables para el organismo, ya que su acción está muy relacionada con el aporte vitamínico, proteínico, el suministro de grasas y de fibras.

Lo ideal es que nuestra alimentación esté compuesta por un 20 o 25% de alimentos ácidos y un 75 u 80% de alimentos alcalinos. Ahí radica el verdadero secreto de la salud. Sólo así podremos ir creando paulatinamente un ambiente equilibrado al interior de nuestro cuerpo, de tal manera que nos proteja de la enfermedad y el deterioro celular. Justamente esta es una de las principales virtudes de las frutas, ya que ellas en su mayoría son de naturaleza alcalina, y no obstante que algunas como los cítricos presentan un sabor ácido, su efecto en el organismo una vez que han sido metabolizadas, resulta completamente básico o alcalino.

No está por demás salirnos un momento del tema central, para resaltar la importancia de alcalinizar los alimentos distintos a las frutas, utilizando para ello una solución preparada con media cucharadita de bicarbonato de sodio disuelta en un litro de agua. Este líquido lo podemos utilizar para rociar o cocinar distintos alimentos de naturaleza ácida, logrando con ello un mejor balance del PH. Análogo efecto podemos conseguir si hervimos una hoja grande de repollo en un litro de agua. Así el líquido resultante será un buen medio para bajar la susodicha acidez. Aquí es muy oportuno precisar que la vitalidad de nuestro organismo está muy relacionada con el PH de los alimentos que ingerimos, pues cuando ellos son ácidos, ciertamente aportan muy poca energía, en tanto que los alcalinos resultan de incalculable valor energético.

Quien se nutre principalmente con alimentos ácidos, siempre estará más propenso a la debilidad y también a la obesidad, ya que el organismo no tendrá la suficiente energía para ayudar al proceso digestivo. Aquí la sangre cumple una invaluable labor al recoger en el hígado el oxígeno y los nutrientes requeridos por los 60 trillones de células que conforman el cuerpo humano, y una vez que la sangre deposita esos nutrientes en cada célula, simultáneamente recoge los desechos tóxicos, especialmente ácidos que se derivan del proceso metabólico, para descargarlos a su regreso en los distintos órganos que tienen a su cargo la eliminación de tales toxinas. De esta manera el riñón cumple su acción depurativa valiéndose de la orina, el intestino mediante la deposición, la piel a través del sudor y los pulmones con su función respiratoria. De todo lo anterior se desprende la necesidad de suministrarle al organismo una alimentación rica en álcalis o elementos alcalinos, para que la sangre pueda más fácilmente contrarrestar la acidez corporal.

Pero aquí conviene recordar algo que es bien importante. Cuando en el organismo se presenta un exceso de ácidos y al mismo tiempo no existe un suministro adecuado de alimentos alcalinos que permitan buscar el equilibrio, necesariamente la sangre se ve obligada a buscar esa alcalinidad en otras fuentes como los huesos, las articulaciones y las mucosas, iniciando con ello un proceso corrosivo, tanto en el sistema óseo como en el sistema arterial, con toda su secuela de trastornos artríticos y circulatorios.

En adición a lo anterior, el exceso de acidez obliga a todos los órganos del cuerpo a protegerse mediante una envoltura de lípidos que se van acumulando paulatinamente y que si bien logran en principio frenar los rigores de ese ambiente ácido, con el tiempo comienzan a atrofiar y a inhibir la función de cada órgano, y por supuesto, a fomentar la obesidad. Así por ejemplo un páncreas saturado de grasa, necesariamente afectará su capacidad para secretar la insulina, con lo cual los glúcidos o azúcares no podrán eliminarse adecuadamente, ocasionando con ello las alteraciones en la glicemia y seguramente el comienzo de la terrible diabetes.

Aunque sin temor puede afirmarse que la mayor parte de las frutas son de naturaleza esencialmente alcalina, no está por demás mencionar aquellas en las que más se evidencia esta condición. Así pues, dentro de este grupo tan benefactor tenemos variedades como el coco, las ciruelas pasas, la papaya, el mango, el níspero, el zapote, la sandía, la pera, la uva, la manzana, el albaricoque, el aguacate, el banano, el melón, las cerezas, los higos, los dátiles, el pomelo, la lima, la naranja, el limón, el melocotón, la piña, la frambuesa y la mandarina. Como puede verse, bastante amplio resulta el espectro de frutas con esta saludable condición, con las cuales podemos moderar esa propensión tan generalizada hacia la acidez intestinal y favorecer de paso nuestra salud.

Dieta ácida o alcalina: Elimination Diet


“Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea el alimento” (Hipócrates)

En el año 1931, Otto Heinrich Warburg (1883-1970) recibió un Premio Nobel  por su tesis ” La causa primaria del cáncer“.

Según este científico, el cáncer es la consecuencia de una alimentación i un estilo de vida antifisiológicos. ¿Y qué significa esto? Una dieta es antifisiológica cuando se basa mayoritariamente en alimentos que acidifican el organismo y un estilo de vida antifisiológico es aquel principalmente es sedentario y caracterizado por una falta de ejercicio físico regular.

Según el Dr. Otto Heinrich la acidosis y la falta de oxígeno son las dos caras de una misma moneda. Cuando aparece una también aparece la otra. Por lo tanto un medio ácido es aquél en donde hay una escasa presencia de oxígeno y en donde las células que viven tienen problemas para recibir un óptimo suministro de oxígeno para funcionar correctamente.

El Dr. Heinrich también afirmaba que cuando se priva a una célula del oxigeno  que necesita durante más de 48 horas, esta célula se puede volver cancerígena.

En su obra “El metabolismo del tumor” explica muy claramente que todas las formas de cáncer se caracterizan por proliferar en un medio ácido e hipóxido (sin oxigeno) por lo que todas las células cancerigenas son anaeróbicas (viven sin oxigeno y su principal fuente de energía es la glucosa).

Según Heinrich, el cáncer no es nada más que un mecanismo de defensa que tiene el organismo y sus células para sobrevivir cuando el medio en el que viven se vuelve ácido y le falta oxigeno.

Pero: ¿Queréis saber que factores pueden acidificar el medio interno de nuestro cuerpo y favorecer la proliferación de las células cancerígenas, o por el contrario alcalinizarlo y contribuir al buen funcionamiento celular?

Uno de los principales factores que pueden acidificar el cuerpo es la alimentación. Mediante los alimentos que ingerimos, en función de su calidad y cantidad de nutrientes que contienen (hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas) pueden derivar en ácidos o alcalinos.

Ya hablé sobre este tema en un anterior post. Para que el cuerpo funcione de manera óptima, el PH de la sangre debe ser ligeramente alcalino, es decir, para que el cuerpo funcione de una manera óptima, el PH de la sangre debe ser ligeramente alcalino, entre 7,40 i 7,45 de PH. (El PH se mide en una escala de  0 a 14. El PH es considera neutro a 7, ácido por debajo de 7 i alcalino por encima de 7).

La lista de los alimentos que más acidifican el cuerpo y favorecen la aparición de muchas enfermedades y por consiguiente deben evitarse, son los siguientes:


  • Azúcar refinado y todos los productos refinados y procesados en los que está incluido.
  • Alcohol
  • Tabaco
  • Harina refinada y todos sus derivados (pasta, pan, galletas…)
  • Carne
  • Leche de vaca y todos sus derivados
  • Sal refinada
  • Margarinas
  • Todos los productos procesados que contengan conservante, colorantes, estabilizantes, etc.

Por el contrario, los alimentos que ayudan a que nuestro cuerpo se mantenga en un estado ligeramente alcalino y por lo tanto, es recomendable que sean incluidos a diario en nuestra dieta diaria son:

  • Todas las verduras crudas (a pesar de que hay verduras que son ácidas, estas contienen las bases necesarias para que dentro de nuestro organismo favorezcan la alcalinización del medio).
  • Toda la fruta cruda (el limón por ejemplo, a pesar de que es muy ácido, una vez que está dentro de nuestro cuerpo tiene un efecto alcalino).
  • Las semillas y los frutos secos (sobretodo las almendras)
  • El mijo
  • Las plantas verdes y con alto contenido en clorofila (algas, aloe vera, etcétera)
  • El agua. El agua es muy importante para el organismo ya que aporta mucho oxígeno. (La deshidratación crónica es uno de los principales factores de la aparición de las enfermedades degenerativas según afirma el Dr. F. Batmanghelidj).


Otros factores que también se deben tenerse en cuenta son:

El ejercicio físico. La actividad física aumenta la oxigenación corporal mientras que el sedentarismo tiene el efecto contrario.

Acidificación: el equilibrio ácido-alcalino desequilibrado


Para un buen funcionamiento de las diversas funciones del cuerpo, es importante mantener el grado de acidez de la sangre dentro de límites muy estrechos. El grado de acidez de la sangre, expresado en pH, depende de la cantidad de substancias alcalinas y ácidas disueltas en la sangre. De ahí su nombre: equilibrio ácido-alcalino. El rango normal de pH de la sangre, en los seres humanos, es entre 7.35 y 7.45. Esto quiere decir que la sangre esta alcalina.

Nuestra vida y nuestra salud están basadas en la mantención de nuestro medio ambiente interior, siendo la prioridad principal el equilibrio ácido-alcalino. Por eso, cuando la sangre es demasiado ácida, se extrae calcio de los huesos para alcalizar la sangre. Incluso el centro respiratorio en el cerebro es controlado por el equilibrio ácido-alcalino. No obstante se han realizado muchas investigaciones sobre la influencia de la alteración del equilibrio ácido-alcalino en el desarrollo de síntomas crónicos, la medicina convencional no reconoce aun suficientemente esta relación.

¡La acidificación, un proceso continuo inevitable!

El doctor y teólogo suizo Paracelsus fue el primero en nuestra cultura occidental, que mencionó la sedimentación de los desechos ácidos como la causa principal de todas las enfermedades. Mientras los pueblos primitivos, gracias a su forma de vida más equilibrada biológicamente, están liberados de enfermedades metabólicas crónicas como la diabetes, el reumatismo, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, el estilo de vida occidental inclina el equilibro ácido-alcalino hacia el extremo ácido. A la larga, esto conlleva la pérdida de minerales alcalinos importantes, la sedimentación de escoria metabólica (desechos ácidos) en el tejido conjuntivo y la pérdida de inmunidad.

Incluso con un estilo de vida y una dieta (básica) saludables, la acidificación es un proceso inevitable. En una situación ideal de combustión de los alimentos, 100% de los componentes orgánicos (carbono, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno, que constituyen el 97% de los alimentos) se quema sin dejar desechos orgánicos. Lamentablemente, esto nunca es el caso, y los componentes orgánicos no se queman completamente. Producto de ello, en el cuerpo siempre quedan desechos orgánicos ácidos. Ejemplos de desechos orgánicos ácidos son el ácido úrico, el ácido láctico, el ácido acético, el colesterol, el dióxido de carbono, el amoniaco y los ácidos grasos.

Además de estos desechos orgánicos ácidos hay muchos productos secundarios inorgánicos provenientes de los minerales en los alimentos. Los desechos ácidos que se derivan de ellos son el ácido sulfúrico, el ácido clorhídrico y el ácido fosfórico. Estos ácidos tóxicos deben ser excretados por el cuerpo. Previamente, sin embargo, deben ser neutralizadas, transformándolas en sustancias menos peligrosas, pues de lo contrario dañarían los riñones y otros órganos.

Las principales sustancias neutralizantes producidas por el cuerpo son el bicarbonato de sodio, de potasio y de calcio (los bicarbonatos son elaborados por el cuerpo mismo, al beber agua alcalina). Cuando estas sustancias están presentes en el cuerpo, en cantidades suficientes, la neutralización de los desechos ácidos tóxicos, orgánicos e inorgánicos, no es un problema. El problema surge precisamente cuando no hay suficientes bicarbonatos en el cuerpo. La disminución de la cantidad de bicarbonatos en el cuerpo, se produce, a menudo, a partir de los 40 años de vida. Esto significa que después de los 40 años, el cuerpo se vuelve cada vez menos capaz de neutralizar los desechos ácidos y de eliminar los desechos. Los desechos ácidos se depositan como escoria en el tejido conjuntivo y el tejido adiposo. A los 50 años, casi el 50% de las estructuras fijas del cuerpo están compuestas por escorias. ¡Después de esa edad, la cantidad de escoria aumenta aún más!.

¡La acidificación es envejecimiento!

El famoso médico y biólogo francés Alexis Carell mantuvo durante 28 años el corazón de un pollo con vida. Él incubó un huevo, sacó el corazón del pollo que se estaba desarrollando y lo abrió, conservando las partes compuestas por muchas células en un medio nutritivo que contenía minerales y la misma composición que la sangre. Fue cambiando ese medio nutritivo líquido todos los días y mantuvo el corazón de pollo durante 28 years(!) con vida. Cuando dejó de cambiar el medio líquido, las células del corazón murieron. El secreto de los 28 años de supervivencia del corazón del pollo radica en el hecho de que el líquido extracelular (el líquido en el que estaban las células) se mantuvo a una calidad constante. Al cambiar diariamente el medio nutritivo líquido, se eliminaban diariamente los desechos (ácidos).

Ácidos, alcalinos y valor pH

pH proviene del latín potentia hydrogenii y significa: "eficacia del hidrógeno". Esta es una medida de la concentración de iones de hidrógeno en soluciones, e indica cuán ácida o alcalina es una determinada cosa. Cuanto mayor sea la concentración de iones de hidrógeno, más ácida será la solución. Las soluciones con menores cantidades de iones de hidrógeno son básicas (alcalinas). El grado de ácido-alcalino se refleja en una escala de pH que va del 1 al 14. 1 es muy ácido y 14 muy básico (alcalino). El valor pH neutro es 7. El aumento en el pH es logarítmico, lo que significa que un pH de 6, es 10 veces más ácido que un pH de 7. Un pH de 5 es 100 veces más ácido que un pH de 7.

Un buen grado de acidez en el cuerpo es uno de los factores más críticos para una buena salud. Durante el metabolismo, se están formando constantemente productos ácidos finales. Pequeñas fluctuaciones en el valor pH puede provocar cambios drásticos en el metabolismo de las células y, de ese modo, causar interferencias.

El pH óptimo

- Sangre 7,35 a 7,45 (ideal 7.41)
- Saliva 6,00 a 7,50
- Estómago 1,35 a 3,50
- Orina 4,50 a 8,40
- Intestino delgado 6, 50 a 7,50
- Colón 5,60 a 6,90

Todas nuestras células están inmersas en el líquido extracelular que, al igual que la sangre, es ligeramente alcalino (pH 7,35 a 7,45). Los valores extremos de pH para la sangre y el líquido extracelular, dentro de cual todavía es posible la vida, están entre 6,8 y 7,8. Valores de pH (ácido) demasiado bajos provocan un mayor riesgo de muerte que los valores demasiado altos (básicos). Así fue como el dr. Berthold Kern descubrió que un valor pH reducido (más ácido) provoca un espesamiento de la sangre. Cuando la sangre tiene una composición más espesa, el corazón debe bombear más fuerte para trasportarla hacia los órganos.

La creación de escorias (desechos de ácidos sólidos), como truco ingenioso del cuerpo

Ya hemos leído que para neutralizar los desechos ácidos que deben mantener la acidez de la sangre constante, el primer mecanismo de defensa en el plasma sanguíneo está formado por búferes de bicarbonato alcalinos en forma de bicarbonato de sodio (NaHCO3) y bicarbonato de potasio (KHCO3).

En un cuerpo donde los búferes de bicarbonato en la sangre están en el nivel correcto, el ácido úrico, el colesterol, el ácido láctico, etc. son neutralizados fácilmente y excretados por los riñones.

Los problemas surgen entonces, cuando no hay suficientes búferes de bicarbonato en la sangre. En ese caso, el cuerpo procede a utilizar su segundo mecanismo, esto es, transforma los desechos ácidos en la sangre en sólidos. Los desechos ácidos en forma sólida (escorias) ya no influyen en el valor pH de la sangre, ¡es un truco ingenioso! Pero con el tiempo, estas escorias son, precisamente, las causantes de otros problemas. El ácido úrico en forma sólida (cristales de ácido úrico) puede precipitarse en las articulaciones, el colesterol en estado sólido se puede adherirse a las paredes arteriales y la sangre puede espesarse.

Causas de la acidificación acelerada

Nuestro estilo de vida occidental, el estado de salud personal y el medio social contribuyen al proceso de acidificación. Los siguientes factores son, en gran parte, responsables de la aceleración del proceso de acidificación y afectan gravemente nuestros búferes de bicarbonato:


  •  dieta incorrecta (formadora de ácidos)
  •  consumo excesivo de alcohol y de azúcar
  •  uso de medicamentos
  •  carga de estrés
  •  influencias ambientales
  •  alteración de la función del hígado, los riñones o los pulmones
  •  falta de ejercicio
  •  tabaquismo
  •  dietas de choque
  •  ejercicio físico excesivo


¡La importancia de un buen valor pH!

El funcionamiento de las enzimas en nuestro cuerpo, nos indica también cuán importante es un buen valor pH. Todo lo que sucede en el organismo vivo depende de la acción de las enzimas, cuya acción, a su vez depende de la concentración de iones de hidrógeno (es decir, el valor de pH).

Las enzimas muestran un funcionamiento óptimo, cuando tienen un determinado valor pH y son muy sensibles a cualquier cambio de éste. Las enzimas son responsables de todas las actividades en el cuerpo. Incluso el pensamiento requiere de actividad enzimática. Existen aproximadamente 2 tipos de enzimas: las de la digestión y las enzimas metabólicas. Las enzimas digestivas más importantes son las proteasas, amilasas y lipasas. Ellas ayudan en el tracto digestivo a descomponer las proteínas, los carbohidratos y las grasas, y para su buen funcionamiento dependen de un equilibrio apropiado del pH en el tracto gastrointestinal. El estómago tiene un ambiente muy ácido, mientras que el intestino delgado posee un ambiente relativamente más alcalino, y el intestino grueso un ambiente ligeramente ácido. Las enzimas metabólicas son responsables de la estructuración, la reparación y renovación de todas las células, órganos y tejidos.

Posibles problemas causados por una acidificación latente

Etapa I: problemas al comienzo (dependiendo de la predisposición)


  •  Trastornos del sueño
  •  estreñimiento
  •  reflujo ácido
  •  lengua sucia
  •  caries
  •  susceptibilidad a la infección
  •  caída del cabello
  •  problemas de la piel
  •  calambres
  •  depresión
  •  pérdida de la libido
  •  alergias


Etapa II: síntomas en una etapa avanzada (dependiendo de la predisposición)


  •  diabetes
  •  gota
  •  cálculos renales
  •  infartos cardíacos
  •  reumatismo
  •  accidente cerebrovasculares
  •  úlcera péptica
  •  osteoporosis
  •  fibromialgia
  •  cáncer
  •  ashma
  •  allergias
  •  fiebre del heno


¿Qué hacer para restablecer el equilibrio ácido-alcalino?

¿Qué puede hacer para contrarrestar el proceso de acidificación y para lograr que su cuerpo se deshaga de los desechos ácidos ya acumulados (escoria)? En primer lugar, debe modificar su estilo de vida personal a través de una alimentación saludable, menos estrés, dieta, más ejercicio y así sucesivamente. Estas modificaciones son ciertamente recomendables, pero no son suficientes. Los desechos ácidos acumulados en el cuerpo sólo pueden ser neutralizados por una cantidad suficiente de búferes alcalinos. Esa cantidad de búferes alcalinos se aumenta agregando bicarbonatos (bicarbonato de sodio, bicarbonato de potasio) a su sangre. Se sorprenderá de lo que puede significar la desacidificación para su estado de salud, al agregar bicarbonatos a su cuerpo. Si se preocupa de mantener diariamente el nivel de producción de bicarbonato en su cuerpo, podrá disfrutar de una dieta variada (incluyendo una copa de vino y una cerveza) y de esfuerzo físico sobre la media. Los búferes de bicarbonato se encargarán entonces de neutralizar y eliminar los desechos ácidos generados. Usted puede lograr que su propio cuerpo produzca bicarbonato, bebiendo agua alcalina.

Estar alcalino: un estilo de vida


Para todos aquellos, la mayoría, que no nos hemos educado en entornos terapéuticos, ni hemos elegido para nuestra formación profesiones relacionadas con el mundo de la biología, medicina o ciencias en general, nos es sumamente complicado entender las conexiones y procesos que nuestro cuerpo desarrolla de forma natural y en el diálogo que mantiene con todo lo que ingerimos y con lo que nos rodea. Hasta que no entro en mi vida el concepto de bienestar, no fui consciente de hasta qué punto nuestra preparación para cuidarnos y la correcta valoración de todo lo que nos rodea era no solamente escasa, sino inexistente.

Tanto tiempo almacenando conceptos que no nos han valido, salvo base para crear hábito de estudio o ejercitar la memoria, y por el contrario conceptos y conocimientos tan vitales, con capacidad para alargar nuestra vida y la calidad de la misma en cualquier fase de nuestra evolución están todavía por descubrir, y lo que es peor, son muchos los que jamás lo descubrirán. Realmente el sistema educativo, merece una gran revisión.

Si hace unos años me hubieran hablado de la alcalinidad y de la acidez, poco hubiera aportado y apenas hubiera prestado atención. Hoy el lujo que supone haber descubierto empresas que focalizan sus investigaciones y productos en la mejora de nuestra calidad de vida, nos es mucho más fácil entender los beneficios que nos proporcionan determinados hábitos y productos. La clave, además del conocimiento, es entenderlo, probarlo y disfrutarlo por mucho, mucho tiempo…

Hace unos meses durante el 2 Congreso y Feria de Alimentación Consciente en Barcelona, la terapeuta Gogo Bela, realizó una ponencia muy clara y concreta a cerca de la alcalinidad de la vida. Su exposición basada en estudios de importantes médicos y doctores es toda una reflexión de como deberíamos adherir este nuevo paradigma, el concepto de alcalinidad, a nuestras vidas.

Ilustro su exposición con tres grandes bloques: La alcalinidad corporal; nuestro PH; la alimentación alcalina; la identificación de los tóxicos para no acidificarnos. Tres bloques muy definidos pero a la vez complementarios que ayudan a definir un particular y beneficioso estilo de vida que no solo nos beneficia a nosotros, sino que beneficia a los que nos rodean, a los animales, al planeta tierra, al mundo.

Cómo equilibrar el nivel de pH y reducir los ácidos del cuerpo


¿Por qué cambiar a un estilo de vida alcalino? Debido a que nuestros cuerpos están constantemente sobre-acidificadas! Debido a nuestros estilos de vida modernos que comemos demasiado ácido que producen alimentos como proteína de la leche, el azúcar y los animales, y exponer nuestros cuerpos a la contaminación, el tabaquismo, las drogas y la ingesta excesiva de alimentos. Estamos incrustaciones nuestros cuerpos con cualquier número de transgresiones que ponen en peligro el equilibrio de los fluidos alcalinos internos. Y todo esto causa que los desechos ácidos que se acumulan en el cuerpo!

El nivel de pH, la medición de ácido-alcalino de nuestro cuerpo, afecta a todos y cada uno de nuestras células. Un nivel de pH constante desequilibrio no será tolerado por nuestro sistema, que puede dar lugar a la obesidad (que crean las células de grasa para llevar a los ácidos lejos de nuestros órganos vitales), alergias (la absorción de las proteínas no digeridas, debido a un cuerpo demasiado ácido es uno de los principales causa de las condiciones de la alergia) y fatiga (un cuerpo sobre-acidificado produce toxinas y debilita la capacidad del cuerpo para produce enzimas y hormonas). Si se deja sin tratamiento, un cuerpo excesivamente ácida crónica moleste e interrumpir las actividades y funciones celulares, y vamos a edad temprana.

Coma más verduras y hortalizas!

Para revertir este proceso que debe incluir las cantidades generosas de alimentos alcalinos de formación en nuestra dieta. Pero ¿cuál es la mejor manera de cambiar fácilmente a una dieta alcalina? Como madre siempre decía: Comer más ensaladas, verduras y hortalizas, en el mejor de 5 veces al día! Ella tiene razón, ya que esta es la única y verdadera nutrición y sano para nosotros los seres humanos. Particularmente importante para nosotros es la clorofila vegetal pigmento verde. La clorofila es la única sustancia conocida y existente que es capaz de transformar la luz solar en energía comestible – un proceso, sin que no habría vida en este planeta! En otras palabras: que “comer la luz del sol” cuando comemos ensaladas, verduras y legumbres.

Sin embargo, nuestros estilos de vida cotidiana no nos permiten comer verduras 5 veces al día saludables. Por lo tanto, cualquier persona que quiera a alcalinizar el sistema de células y se preocupa por la salud y estilos de vida saludables, deben considerar la ingesta de verduras germinadas y cápsulas vegetales o en polvo (por ejemplo, por InnerLight SuperGreens), que nos permiten mantener nuestros hábitos diarios -, sino de consumir lo suficiente verdes para satisfacer nuestro cuerpo y nuestras madres. Este tipo de suplementos ayudan a apoyar una dieta alcalina, los niveles de equilibrio del pH, eliminar los desechos ácidos del cuerpo y restaurar la salud en general.

Los beneficios de la dieta alcalina


No se trata de un plan de adelgazamiento, si no que sus beneficios son bastante más ambiciosos: su finalidad es lograr la salud y el bienestar general. Los perjuicios de la dieta ácida y cómo lograr un “estado alcalino” del organismo
Nunca mejor aplicada la frase que asegura que “somos lo que comemos”. La dieta modifica nuestro pH corporal y nuestras células, y termina siendo parte de un estilo de vida que no sólo altera la cantidad sino también la calidad de los años que vivimos.
La salud general del cuerpo se mantiene principalmente a través de la alimentación. Es por eso que hoy en día se ve afectada por el consumo desmedido de comidas rápidas con alto contenido de harinas blancas, azúcares y productos industrializados, que es lo que se denomina “dieta ácida”.
Y por extraño que parezca, los efectos de una alimentación sin frutas ni verduras (dieta alcalina) se hacen notar no sólo luego de mucho tiempo, sino también en el corto plazo. Así empiezan a aparecer enfermedades, algunas más leves y otras más complejas, que nos dan señales de alerta para hacer las modificaciones necesarias en la dieta.

El rol del pH

El pH de la sangre es un número que se deduce de la relación del bicarbonato sanguíneo y del dióxido de carbono. Todos nosotros respiramos, inhalamos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono, que si se acumula nos intoxica. Por esta razón, el pH es una ecuación para darnos un valor absoluto de la relación entre el bicarbonato, que es una sustancia alcalina destinada a equilibrar la acidez de nuestro cuerpo, y el dióxido de carbono, que es una sustancia ácida que se excreta. A mayor bicarbonato, menos dióxido de carbono y viceversa, ya que uno tiene que transformar al otro.
Lo que se conoce como “potencial de Hidrógeno” no es ni más ni menos que el pH y su escala va desde el 0, que es lo más ácido, a 15, que es lo más alcalino. Lo normal para nuestra sangre es 7, que es un intermedio. Siendo el pH una relación del bicarbonato sobre el dióxido de carbono, nos tiene que producir un producto final de 7,4 para nuestra sangre. Así hay un equilibrio entre estas dos sustancias. El ph 7,4 es para la sangre, pero dentro de cada célula puede variar y no es estable, dado que aquí hay variaciones de los productos que se incorporan y se excretan.

La acidosis

Vulgarmente se llama dieta ácida a una alimentación rica en azúcares y harinas refinadas, mayores productores de lactato, fosfato y ácidos orgánicos que producen una acidosis en todo el cuerpo.
El primer científico en hablar sobre la acidez del cuerpo y de las células fue el premio Nobel de Fisiología y Medicina, Otto Warburg, quien describió la relación entre la falta de oxígeno (hipoxia) y la acidez de la célula por el aumento del ácido láctico y el dióxido de carbono. Estas características celulares son propias del cáncer, es decir que el cáncer vive y crece en un medio ácido y sin oxígeno.
La contundencia de estos datos debe servir para tomar conciencia que es muy importante mantener nuestro cuerpo oxigenado y en un estado alcalino, o sea, contrario a los estados de acidez.
Los alimentos que producen un medio ácido son:
* Harinas blancas
* Harinas de trigo
* Harinas de arroz
* Los derivados de panificación (galletitas, panes, pastas, facturas)
* Carnes de vaca y de cerdo
* Mariscos
* Chocolates
* Condimentos (kétchup, mostaza, vinagres, etc.)
* Pickles

Las bebidas ácidas son el alcohol en todas sus variables (vino, cerveza, bebidas blancas), los derivados pasteurizados como las leches descremadas, el café, el té común, el mate, algunas gaseosas, y las bebidas que contienen edulcorantes y aromatizantes. También las bebidas dietéticas, que tienen aspartanos y ciclamatos que son altamente acidificantes.
Si ingerimos predominantemente estos alimentos y bebidas, y carecemos de alimentos que producen alcalinidad estaremos favoreciendo el crecimiento de bacterias en nuestro intestino, que se alimentan, se reproducen y generan más acidosis. Además, este tipo de alimentación produce constipación, lo cual cierra el circuito al incrementar la reproducción de bacterias.
La respiración celular ocurre en una organela llamada mitocondria. Por eso, debemos mantener a estas organelas en perfecto estado de salud porque son el verdadero pulmón del cuerpo. Está demostrado que al aumentar la acidosis, las mitocondrias mueren y, por lo tanto, se genera un estado de baja producción de oxígeno y comienzan a producirse las sustancias que aumentan la acidosis.
La vida de las mitocondrias depende de los hábitos alimentarios de una persona. Hace 200 años, con la Revolución Industrial, hubo un abrupto cambio en la alimentación de los seres humanos, con un incremento masivo de hidratos de carbono (harinas y azúcares refinados), que tienen efectos acidificantes y también adictivos.

Un medio alcalino

Cuando los alimentos refinados no existían, la alimentación del hombre era a base de lo que aportaba la tierra. Es decir que comía frutas que podía recoger directamente de los árboles, vegetales que cultivaba, y carnes de animales que lograba cazar. Y como nos demuestran los estudios de paleontología, no sufría de cáncer.
Hoy podemos afirmar, con rigor científico, que las enfermedades que producen la mortalidad en un 70% de la población mundial son debidas en su gran mayoría a este cambio en la alimentación. Los hidratos de carbono refinados son los generadores de la obesidad, la diabetes, la aterosclerosis y muchas otras enfermedades.
Los cambios en nuestros hábitos alimentarios, aumentando la ingesta de verduras y frutas (especialmente crudas), seguidas de productos animales naturales como huevos, pescados y, en menor medida carnes, nos llevarían a una disminución drástica de estas enfermedades.

Los alimentos que producen un medio alcalino son:
* Brócolis
* Espinacas crudas
* Perejil
* Apio
* Ajo
* Remolachas
* Higos negros
* Pasas de uva
* Avellanas
* Castañas
* Aceitunas
* Porotos
* Lentejas
* Paltas
* Cerezas
* Manzanas
* Dátiles
* Papayas
* Peras
* Zucchinis
* Chauchas
* Tofu

Un gran alcalinizante es el limón porque tiene un pH 3,5 y contiene vitamina C, que es ácido ascórbico, y también contiene bicarbonato de potasio que va a interactuar con el bicarbonato de sodio de nuestro organismo aumentando su nivel. Otro de los compuestos del limón que alcanilizan de nuestro cuerpo son los flavonoides. Estos tienen, además, acciones antioxidantes. A su vez, el limón contiene magnesio, que es un mineral alcalinizante.
Si comemos predominantemente vegetales, tenemos un aporte en el cuerpo de bicarbonato que produce un estado de alcalinidad en forma natural. Los vegetarianos ya descubrieron esto, pero no es necesario hacerse vegetariano para lograr bajar la acidosis de nuestro cuerpo. Con dietas carnívoras el cuerpo se adapta y compensa muy bien la acidosis que pudiera tener por la falta de las verduras y frutas. Lo que el cuerpo no llega a compensar y, por lo tanto se enferma, es lo que ingresa como hidratos refinados (azucares y harinas) que, además se ingieren en grandes cantidades por tener un efecto adictivo comprobado sobre nuestro cerebro.

Fundamentos del “Estilo de vida alcalino”

   En los últimos tiempos se ha hablado mucho sobre cómo la acidez y la alcalinidad influyen sobre la salud. Existen médicos e investigadores científicos que se dedican a estudiar cómo el exceso de ácidos influyen sobre el organismo. Tal es el caso del Dr. Robert O. Young, microbiólogo reconocido, quien ha elaborado un protocolo denominado “Estilo de vida alcalino”.
   El Dr. Robert O. Young es un microbiólogo reconocido a nivel mundial, el cual ha llevado a cabo investigaciones sobre la relación entre el exceso de ácidos en el organismo y la aparición de la enfermedad.
   El Dr. Young elaboró un protocolo de “Estilo de Vida Alcalino”, con el cual, según informa, ha logrado revertir determinadas enfermedades metabólicas.

 ¿Qué es el protocolo de “Estilo de Vida Alcalino”?

Es un conjunto de reglas o recomendaciones que permiten al organismo estar sano, libre de enfermedades.
Este protocolo se basa en la premisa que la causa o el origen de las enfermedades no es por motivos hereditarios o de contagio, sino como consecuencia de los ácidos metabólicos, alimenticios y ambientales.
Este protocolo fue diseñado para ayudar a las personas a superar malestares o enfermedades.

Fundamentos del “Estilo de vida alcalino” del Dr. Young


  • La enfermedad es consecuencia de una acidificación sanguínea y luego por la acidosis de los tejidos. Esto se debe a una alimentación deficiente, estrés y pensamientos negativos.
  • Los alimentos líquidos son transformados directamente en células madres y posteriormente en glóbulos rojos, gracias a la metabolización directa a nivel intestinal.
  • La calidad de glóbulos rojos dependerá de la calidad de la alimentación recibida, esto es de suma importancia porque estos se transforman en cualquier célula del organismo. Por ello se le da mucha importancia al intestino delgado, porción del intestino donde se absorben los diferentes nutrientes.
  • Cambiar de estilo de vida a uno menos estresante.
  • Tomar abundantes líquidos.
  • Llevar adelante una dieta vegetariana a base de verduras crudas, germinados, semillas, legumbres, vegetales que aportan, también, gran cantidad de ácidos omega 3 y omega 6. Además de verduras como pepinos, aguacates, tomates y pimientos.
  • Reemplazar el consumo de grasas animales por aceites vegetales prensado en frío.
  • Consumir sal de mar.
  • Consumir frutas.
  • Se debe moderar el consumo de patatas, arroz, pastas y pescado fresco.
  • Los alimentos prohibidos son: dulces, carnes en general, mariscos, huevos, lácteos, alimentos procesados, algas, edulcorantes, alcohol, café, té, refrescos, zumos de frutas naturales o artificiales, alimentos envasados.
  • Tomar bicarbonato de sodio para equilibrar el exceso de ácidos.

Estos son los fundamentos del protocolo del “Estilo de vida alcalino” del Dr. Young, el cual según sus investigaciones puede ayudar a prevenir enfermedades metabólicas y degenerativas como dislipemias, diabetes, patologías hepáticas, renales, cáncer, etc.
 

Dieta Alcalina


   Nuestro cuerpo vive gracias a su constante actividad para mantener el equilibrio en su medio interno. Una de las variables más importantes que debe de mantener en adecuada armonía es el pH. El pH es una medida que nos indica la acidez o la alcalinidad. Nuestro cuerpo tiende, a desviarse hacia la acidez, y éste siempre está buscando contrarrestarla, buscando la alcalinidad.
   La alimentación, las rutas metabólicas y toda la actividad celular produce mucha acidez… por lo cual existen en nuestro cuerpo sistemas que lo neutralizan como los riñones, la respiración y componentes alcalinos de la sangre. De ésta manera el medio interno mantiene en  un balance en su pH permitiendo que los procesos celulares se lleven.
   Hay alimentos que favorecen la acidez y otros que ayudar a mantener el pH básico. En la alimentación actual suelen abundar los alimentos ácidos, lo que es perturbador para el funcionamiento del cuerpo y de las células. La situación se agrava con una vida sedentaria, la escasa oxigenación y también hay una gran influencia del estrés excesivo y estilo de vida en general.
   Fundamento del “Estilo de vida alcalino”

   “La enfermedad está relacionada con la acidificación sanguínea y de los tejidos y esto se debe a una alimentación deficiente”.

¿Cómo lograr un estilo de vida alcalino?

-Cambia tu estilo de vida, disminuye el estrés.
-Tomar abundantes líquidos.
-Procura llevar una dieta vegetariana a base de verduras crudas, germinados, semillas, leguminosas y también rica en ácidos grasos omega 3 y omega 6.  ** pepino, aguacate, tomate y pimiento**
-Reemplazar el consumo de grasas animales por aceites vegetales.
-Consumir frutas.
-Modera el consumo de papas, arroz, pastas.

   Los alimentos prohibidos (ácidos) son: dulces, azúcar, carne, mariscos, lácteos: leche, quesos, alimentos procesados, edulcorantes, alcohol, café, té en exceso, refrescos, jugos de frutas naturales o artificiales, alimentos envasados.
Toma bicarbonato de sodio para equilibrar el exceso de acidez.

¡Un estilo de vida alcalino es llevar un estilo de vida saludable!

Estilo de Vida Alcalino


   Nuestros cuerpos albergan una gran cantidad de bacterias y hongos que viven, crecen y sobreviven en armonía cuando estamos comiendo y viviendo saludablemente. Pero pueden volverse altamente dañinos cuando el medio en donde viven se altera.
   Esta alteración de ese medio es fomentada por dietas altas en azúcar o en hidratos de carbono, también por agua y aire contaminados, o por la destrucción de nuestra flora intestinal a causa del uso de antibióticos u otros medicamentos (quimioterapia).
   Las bacterias y hongos se alimentan de las mismas sustancias de las que se alimenta nuestro cerebro.Cuando ingerimos en exceso, alimentos ricos en glucosa, también estamos alimentando en exceso a las bacterias y hongos que crecen y se multiplican desproporcionadamente.
   El consumo de sustancias por parte de esa excesiva población desproporcionada provoca que el cerebro no reciba suficiente alimento, y como el cerebro es quien manda, inmediatamente emite las órdenes reclamando su ración. Allí es cuando sentimos la urgencia de correr a ingerir algo dulce, o hidratos de carbono (se convierten en glucosa), o alcohol.
   Y comienza así el círculo vicioso: al ingerir más, crece la provisión de azúcares, y con ello crece la multiplicación de bacterias y hongos, y esa población en crecimiento reclama más alimentos y sentimos la necesidad de ingerir más, y más, y más, y más.....
Pero sucede que así como las bacterias y hongos obtienen su alimento de nuestra sangre, también vuelcan en ella sus desperdicios, toxinas que tornan cada vez más ácido el medio y que con el tiempo llegan a “envenenar” los tejidos.
   Para poder procesar las toxinas, el hígado las convierte en alcohol (ácido) y ese exceso de alcohol en nuestro organismo, nos produce una sensación como la de estar borracho... mareado, desorientado, mentalmente confundido.
   La acumulación excesiva de bacterias y hongos reduce la provisión de potasio y magnesio del cuerpo con la consecuente reducción de la energía celular que provoca fatiga en exceso, reducción de las fuerzas y la claridad de pensamiento, quita el entusiasmo, la ambición, la stamina; causa la liberación de radicales libres los cuales coadyuvan al proceso de envejecimiento.
   Muchos estudios científicos han coincidido en que las bacterias y hongos pueden llegar a causar enfermedades cuando se les permite desarrollarse en un terreno no sano (ácido). 
Otros síntomas de acumulación de bacterias y hongos son los ataques de pánico, ansiedad, depresión, irritabilidad, dolores de cabeza, dolores en las articulaciones, inflamación en vías respiratorias, sinusitis, estrés glandular y problemas menstruales.
   A través de diferentes estudios científicos [Dr. Gunther Enderlein, Alemania, Dr. Robert Young, USA, Dr. Federico Ituarte, Argentina y otros], analizando las células vivas de la sangre, se han observado formas de bacteria que viven en nuestro organismo (algunas incluso trabajan ayudando al cuerpo) las que dependiendo del medio en que se desarrollaban, a veces crecían y se alargaban volviéndose patógenas. 
En algunos casos, mutando de “bacteria” a “hongo”.
   Pocos lo sabemos, pero la acidez en el pH de los tejidos de nuestro cuerpo suele ser el sello distintivo del cáncer y de otros desequilibrios de la salud tales como: enfermedades cardiovasculares, problemas cerebrovasculares,  patologías del riñón, trastornos inflamatorios y enfermedades del pulmón.
El investigador Sang Whang, con 50 años de experiencia en el estudio del balance acido–alcalino, sostiene que: “Es el exceso de ácido en nuestro cuerpo lo que cultiva el cáncer.”
Y formula los siguiente postulados:
1) Las células saludables son alcalinas.
2) Un ambiente ácido contiene menos oxígeno que un ambiente alcalino.
3) Las células saludables mueren en un ambiente ácido, mientras que las células cancerosas mueren en un ambiente ALCALINO.
   Sugiere que todo tratamiento contra el cáncer debería comenzar cambiando el ambiente ácido a un ambiente alcalino.
   El Dr. Robert O. Young, actualmente el microbiólogo más reconocido a nivel mundial coincide con muchos científicos en que: “La Enfermedad es la expresión de un exceso de ácidos en el cuerpo humano"
Robert O.Young es Doctor en Medicina, Microbiología y Nutrición. Lleva 30 años realizando análisis de sangre viva y seca, y su investigación sobre el cáncer ha sido validada por un estudio científico británico.Diariamente atiende a 14 pacientes en su Centro "Milagroso pH" ubicado cerca de San Diego, CA. Su protocolo de “Estilo de Vida Alcalino” cuenta con un 100% de efectividad en quienes lo han aplicado y han logrado revertir un sinnúmero de enfermedades metabólicas.
El Dr. Young, creador del concepto de la “Nueva Biología”, es autor de reconocidos best sellers: "El Milagroso pH", "Enfermo y Cansado",
   “El Milagroso pH para Diabetes”, “El Milagroso pH para Perder Peso” y "El Milagroso pH para el Cancer”
Como cada día más científicos, el Dr. Robert O. Young sostiene que: “Nuestro organismo fabrica y utliza bicarbonato de sodio como un sistema natural para mantener el diseño alcalino para prevenir la degeneración del tejido ".
   (Recordemos el característico sabor a bicabornato que muchas veces sentimos en la boca previo al vómito) "La hiper-alcalinización de los tejidos corporales con bicarbonato de sodio es la manera mas segura, eficaz y natural para frenar cualquier condición cancerosa  y muchas enfermedades y procesos inflamatortios más”
Por años, el Dr. Tullio Simmoncini, oncólogo italiano, ha estado tratando el cáncer y destruyendo tumores mediante el uso de bicabornato de sodio.
   El Dr. Simmoncini manifiesta; “El bicabornato de sodio es un remedio seguro, extremedamente barato e innegablemente efectivo cuando se trata de tejidos cancerosos”
La mayoría de nosotros iniciamos nuestras vidas como seres sanos  conforme envejecemos, y en gran medida a causa de nuestros estilos de vida poco saludables, bacterias y hongos se acumulan constantemente en nuestro organismo rompiendo el equilibrio saludable en un círculo vicioso cada vez más grave.
Las bacterias y hongos envenenan, estresan y debilitan nuestro sistema inmunológico, y está comprobado que la mayoría de las enfermedades inmunológicas y condiciones infecciosas, son causadas o empeoradas por la presencia de bacterias y hongos.
   El Dr. Robert Young manifesta: “Durante años he observado el impacto que provoca lo que ingerimos en el delicado balance del pH de nuestra sangre.  Y a través de mis investigaciones he comprobado que la combinación de 4 maravillosas sales de bicabornato (sodio, magnesio, potasio y calcio) ocurre naturalmente en todos los fluidos de un cuerpo sano, con el propósito de mantener el balance alcalino-ácido natural y actuando como anti-oxidantes que retardan el proceso de envejecimiento.
Una adecuada provisión de estas cuatro sales de bicabornato es la mejor protección contra el envejecimiento y toda enfermedad, incluyendo el cáncer, además de que mejoran el rendimiento atlético y al mejorar la salud en general, logran mejorar también el estado de ánimo y las energías.
 "Durante los recientes juegos olímpicos en Beijing, varios de los principales atletas mejoraron su rendimiento e incluso lograron romper algunos records, ingiriendo 1 cucharada de bicabornato de sodio”
 Para frenar el envejecimiento y recuperar la salud es necesario revertir el daño del ácido en las células mediante una dieta alcalinizante.
Es hora de hacer los cambios necesarios en nuestro estilo de vida para que nuestro cuerpo vuelva a un estado de balance y armonía.

Quimioterapia: Limonada sin azúcar + bicarbonato


   Para personas que sufren de cáncer, la mejor quimioterapia es tomar limonada sin azúcar como agua todos los días, pero tiene mayor efecto si se le agrega una cucharita de bicarbonato.
   De acuerdo a estudios se descubrió que El Limón (Citrus limonun Risso, Citrus limon (L.) Burm., Citrus medica) es un producto milagroso para matar las células cancerosas y es 10.000 veces más potente que la quimioterapia. Aquí viene la pregunta, ¿Por qué no estamos enterados de ello? Porque como en todo, existen organizaciones interesadas en encontrar una versión sintética, que les permita obtener jugosas ganancias.
   Pero ahora que ya lo sabes, comparte con tus amigos este importante post, da a conocer que conviene beber jugo de limón con bicarbonato para prevenir la enfermedad. Su sabor es agradable. Y por supuesto no produce los horribles efectos de la quimioterapia. Y sí tienes la posibilidad de hacerlo, planta un árbol de limón en tu patio o jardín. Todas sus partes son útiles. La próxima vez que sientas el deseo de beber un zumo, pídelo de limón natural sin conservantes.
   ¿Cuántas personas mueren mientras este secreto ha estado celosamente guardado para no poner en riegos las utilidades multimillonarias de grandes corporaciones?, pues es indignante. Si en caso no conoce un árbol de limón, es bajo. No ocupa mucho espacio, y se le conoce con varios nombres, limonero, limón, lima, limoeiro (gal.), llimoner (cat.), limoiaritz (eusk.).
   El fruto que da este árbol es un cítrico que viene en diferentes presentaciones, su pulpa se puede comer directamente, se emplea normalmente para elaborar bebidas, sorbetes, dulces etc. Se le ha puesto gran interés a esta planta por sus fuertes efectos anti-cancerígenos. Y aunque se le atribuyen muchas más propiedades, lo más interesante de ella es el efecto que produce sobre los quistes y los tumores. Esta planta es un remedio de cáncer probado para los cánceres de todos los tipos.
   La importancia del bicarbonato es que le cambia el PH de su cuerpo, Hay quienes afirman que es de gran utilidad en todas las variantes del cáncer. Se le considera además como un agente anti-microbial de amplio espectro contra las infecciones bacterianas y por hongos que son los que viven en lugares ácidos , agregando el bicarbonato a su limonada usted cambia el Ph de su organismo; es eficaz contra los parásitos internos y los gusanos, regula la tensión arterial alta y es antidepresiva, combate la tensión y los desórdenes nerviosos.
   Esta información procede de uno de los fabricantes de medicinas más grandes del mundo, quien afirma que después de más de 20 pruebas de laboratorio, realizadas a partir de 1970 los extractos revelaron que: Destruye las células malignas en 12 tipos de cáncer, incluyendo el de colon, pecho, próstata, pulmón y páncreas. Los compuestos con que cuenta este árbol demostraron actuar 10.000 veces mejor retardando el crecimiento de las células de cáncer que el producto Adriamycin, una droga quimioterapéutica, que es la que más se usa en el mundo.
   Y lo que es todavía más asombroso: este tipo de terapia, con el extracto de limón y el bicarbonato, destruye tan sólo las malignas células del cáncer y no afecta las células sanas. Sol y Agua Marina son importantes en nuestra nutrición, la mejor manera de ayudar a nuestro organismo a que se deshaga de los focos ácidos causa de todas nuestras enfermedades.

EL AGUA ALCALINA


LOS EFECTOS DEL AGUA ALCALINA

   En definitiva, según numerosos estudios realizados en Japón la eliminación de desechos ácidos produce una mejoría sustancial en la salud. De ahí que el consumo de agua alcalina proporcione en el cuerpo una ganancia en la alcalinidad con unos beneficios prácticamente inmediatos. Así, según esos estudios,
   Evita las fermentaciones -productoras de toxinas- en nuestros intestinos asociadas a una mala o deficiente calidad de los alimentos.
   Colabora en los casos de diarrea crónica. El Ministerio de Salud Pública japonés confirmó ya en 1965 que el agua alcalina iónica tiene un efecto curativo en la indigestión, la diarrea crónica, las enfermedades del estómago e intestino y el estreñimiento.
   Favorece la digestión de los alimentos.
   Neutraliza la hiperacidez gástrica, origen de gastritis y úlceras gastroduodenales.
   Atraviesa más fácilmente las paredes celulares favoreciendo la alimentación de las células y la eliminación de sustancias residuales en su metabolismo. El proceso de electrolisis rompe los racimos moleculares (cluster) constituidos en torno a las moléculas de agua al adherirse a ellas moléculas de productos contaminantes lo que dificulta las funciones metabólicas. Los cluster de 10-13 moléculas pueden ser reducidos a la mitad mejorando el trasvase de nutrientes entre el exterior y el interior de la célula.
   Combate la acidez orgánica ocasionada tanto por la "comida basura" como por las dietas excesivamente ricas en carne y productos refinados.
   A medio plazo, los beneficios de beber agua alcalina se traducen en la prevención de gran número de dolencias: diabetes, asma bronquial, dermatitis, hepatitis, artritis crónica reumática, colesterol alto, síndrome de Meniere, insomnio, obesidad, dolores de espalda, neuralgias, enfermedades del climaterio, hemorroides, disentería crónica, etc.

EL AGUA ALCALINA Y EL CÁNCER

   Incluso para sobrellevar una enfermedad tan grave como el cáncer podría ser positivo el uso de agua alcalina. Por su propia naturaleza física un sistema alcalino es rico en oxígeno, la sustancia más esencial para la vida humana. Y hace ya algunas décadas el Dr. Otto Warburg -único médico que ha ganado dos premios Nobel en vida en la misma modalidad- demostró que el cáncer es anaeróbico, es decir, se desarrolla en ausencia de oxígeno libre. Y, consecuentemente, es difícil que pueda desarrollarse en un ambiente de pH alto alcalino y, por tanto, cargado de oxígeno. De ahí que para Warburg el cáncer, además de innumerables causas secundarias, tenga una causa primaria: "La primera causa del cáncer -afirmaría- es el reemplazo de la respiración normal de oxigeno de las células del cuerpo por una respiración celular anaeróbica".
   Warburg explica que la carencia de oxígeno impide completar adecuadamente el proceso de combustión en la célula por lo que poco a poco se hace imposible la creación de células sanas, quemar energías y eliminar desperdicios. Y en esas condiciones al sistema inmune se le hace cada vez mas difícil resistir los ataques a que está sometido ya que las células y fluidos del cuerpo se intoxican. Obviamente, si permitimos que esa carencia de oxígeno se vuelva crónica el sistema inmune se va agotando y aparece la enfermedad. Los desechos ácidos depositados en algunas áreas u órganos provocarán la muerte de algunas células cuyos desechos se acaban convirtiendo a su vez en ácidos. Cuando el ácido se acumula en alguna zona del cuerpo (con excepción de los fluidos estomacales, que deben ser ácidos para remover la basura metabólica y digerir los alimentos) ésta se vuelve deficiente de oxígeno y -siempre según Warburg y quienes comparten su visión del cáncer- algunas células podrían adaptarse a ese ambiente y, en lugar de morir -como las células normales hacen en un ambiente ácido, aunque eso suponga la aparición de diversas enfermedades- sobreviven convirtiéndose en células anormales. Células anormales que no responden a los procesos biológicos naturales, crecen indefinidamente sin orden e inician un proceso cancerígeno.
   Bueno, pues el agua alcalina, al permitir al organismo mantener un nivel interno rico en oxígeno, dificulta también el crecimiento de las células tumorales.

EL AGUA ALCALINA Y EL ENVEJECIMIENTO

   Hay estudios científicos que muestran que las células y tejidos de la gente joven tiene 10 veces más enzimas que las de la gente mayor. Y que el entorno ácido perjudica notablemente el trabajo de las enzimas, moléculas proteicas especializadas que aceleran hasta en miles de veces las reacciones bioquímicas de cada célula, tejido, órgano o sistema. Es decir, se trata de sustancias vitales sin las cuales las reacciones químicas necesarias para la vida no tendrían lugar (regulan la temperatura corporal, la contracción muscular, la conducción nerviosa, la excreción de orina, el intercambio de gases en el pulmón, la utilización de oxígeno por la células, el crecimiento y reparación celular, el proceso digestivo...). Pues bien, nuestras enzimas se inactivan si el pH celular se desvía más allá de unos estrechos límites. Y si los niveles de enzimas disminuyen los procesos de reparación celular y de defensa no responden eficientemente con lo que también el proceso de envejecimiento celular se acelera.

   A todo ello hay que añadir el efecto de los radicales libres sobre nuestro organismo y su cada vez más reconocida influencia en el envejecimiento. Los procesos normales del organismo -como el metabolismo de los alimentos, la respiración o el ejercicio- producen radicales libres, moléculas inestables y altamente reactivas. Su "misión en la vida" es la de remover el electrón que les hace falta de las moléculas que están a su alrededor para obtener la estabilidad. Solo que la molécula "atacada" (a la que "roba" el electrón) se convierte entonces a su vez en un radical libre. Y de esa manera se inicia una reacción en cadena que daña muchas células y descompone las membranas de nuestras células llegando a destruir y mutar su información genética facilitando así el camino para que se desarrollen diversos tipos de enfermedades y nuestro organismo vaya envejeciendo.
   Pues bien, el equilibrio en el organismo lo ponen los antioxidantes, sustancias que tienen la capacidad de inhibir la oxidación (proceso de captación de electrones) causada por los radicales libres. De los que unos actúan a nivel intracelular y otros en la membrana de las células, siempre en conjunto para proteger a los diferentes órganos y sistemas. Lo que pasa es que su trabajo se puede ver desbordado cuando, además de con los radicales naturales, tienen que enfrentarse con aquellos procedentes de fuentes externas como la contaminación industrial, el tabaco, la radiación, los medicamentos, los aditivos químicos presentes en los alimentos procesados y los pesticidas, por nombrar sólo los más comunes y los que masivamente nos invaden.
   Obviamente el peligro de la oxidación causada por los radicales libres se contrarresta proporcionando al cuerpo antioxidantes para neutralizarlos y prevenir así su acción perjudicial, especialmente las vitaminas C y E, el betacaroteno y el selenio que actúan liberando electrones en la sangre que, al ser captados por los radicales libres, los convierten en moléculas estables.
   Sin embargo, el agua alcalina puede ser aún mejor solución porque aporta una gran cantidad de electrones libres que pueden bloquear la alteración de las células normales ya que al ser una sustancia de bajo peso molecular y gran dinamismo le permite alcanzar todos los tejidos del cuerpo en un tiempo muy corto.

Nota: Una receta sencilla para obtener agua alcalina es: a un vaso con agua agregar una pizca de bicarbonato y el jugo de medio limón, tomar inmediatamente. Realizar esto 3 veces al día + 4 veces al día sin agregar el bicarbonato (solo medio limón) por 1 semana. Así mantienes el cuerpo alcalino al 100%. Descansar 2 Semanas tomando agua normal. (filtrada).

¿Cómo fomentar un estado alcalino?


¿Cómo fomentar un estado alcalino? 

   Como se ha comentado antes hay una asociación entre acidez y un crecimiento desmesurado de microorganismos en el cuerpo. Ya se ha comentado con anterioridad que el exceso de acidez se genera no solo por las propias funciones metabólicas del cuerpo, sino por el tipo de alimentos que ingerimos, lo que bebemos, los tóxicos que tomamos (medicinas, azúcar, et.,), el estilo de vida (vida sedentaria o exceso de ejercicio), las emociones, pensamientos negativos, el estrés, la contaminación, etc. Es un ciclo de desequilibrio.
   Las células del cuerpo están siempre trabajando para adaptarse al Ph que va descendiendo en un medio ácido. Se descomponen y evolucionan (involucionan) transformándose en bacterias, hongos y levaduras que a su vez, excretan sus toxinas (ácidos debilitantes), intoxicando aún más el ya contaminado medio interno. Es un desequilibrio para el sistema, y así es como se perpetúa el ciclo.
   La buena noticia es que comiendo alimentos adecuados y tomando suplementos con sabiduría que alcalinicen el cuerpo, tomando la sal adecuada y un estilo de vida y ejercicio adecuado, los microorganismos dejarán de desarrollarse en exceso y las células comenzarán a evolucionar positivamente, y el cuerpo podrá eliminar las toxinas como es debido. El Ph se equilibra tomando los alimentos adecuados que tienen un efecto alcalinizarte en el organismo.

¿Qué alimentos alcalinizan el cuerpo?

   Básicamente las verduras de hojas verdes, como las espinacas, rúcula, brócoli, lechuga, canónigos, etc., también las patatas, boniatos, tomates, pepinos (por supuesto de Almeria, los mejores) etc..., las semillas y las nueces, almendras y avellanas. Limón, lima y pomelo. La sal buena no refinada…. Los cereales como la quínoa, el mijo, trigo sarraceno, espelta y el arroz integral. Tofú… Estos últimos (los cereales integrales incluido el arroz integral) son acidificantes muy ligeramente y serian tendentes al equilibrio, por eso los ponemos en la lista de alcalinizantes aunque sean ligeramente acidificantes.
   Lo ideal es que un 70% de nuestro alimento sea alcalinizarte y que un 30% sea acidificante para mantener el equilibrio. Aproximadamente.
   Los alimentos que básicamente nos acidifican son: proteínas de origen animal: carnes de todo tipo, huevos, lácteos. El azúcar en todas sus formas sobretodo el blanco refinado, hidratos de carbono refinados: arroz blanco, pan, pasta (trigo).

¿Hay algo más que alcalinice el cuerpo?

   Excepcionalmente la sal y mejor aún, el agua de mar. Evidentemente no nos referimos a la sal refinada, sino a la Sal del Himalaya o Sal Marina evaporada.
   El limón y la lima; a pesar de ser ácidos curiosamente tienen un efecto alcalinizante en el organismo. Los aceites como el de oliva, linaza, uva, aguacate también tienen un efecto alcalinizánte. Asimismo, se incluyen los omega 3 (aceite de pescado o krill).

¿Cómo saber en qué estado estamos?

 Si nos encontramos mal, tenemos alguna dolencia o estamos sufriendo alguna enfermedad de cualquier tipo será evidente que estamos acidificados, pero muchas veces no tenemos ningún síntoma.

El Ph debería estar idealmente en 7’3 o por encima, si está por debajo de 7, sabremos que estamos ácidos.

El pH general puede comprobarse con un análisis de sangre. El ideal será; 7’365.

¿Por qué la alimentación ecológica favorece un estado alcalino?

Favorece la alcalinidad porque no tiene pesticidas ni otros elementos químicos, y los pesticidas son tóxicos para nuestro cuerpo y por tanto acidifican. Además de que la alimentación ecológica tiene muchos más nutrientes ya que la tierra dónde crecen está menos empobrecida y menos explotada que las tierras dónde se cultivan masivamente.

¿Por qué el equilibrio emocional favorece un estado alcalino?

Quienes deseen recuperar su salud o simplemente mejorarla y luego mantenerla deberán motivarse apropiadamente en todos los sentidos, en la manera de comer, beber y en especial la manera de PENSAR. Recordad que ademas de ser lo que comemos, también somos lo que pensamos.
   La parte del pensamiento incluye los procesos de pensamiento, salud psicológica, bienestar emocional, nivel de conciencia personal, las actitudes, sentimientos y comportamiento.
   Las emociones pueden favorecer la acidez.  Las emociones negativas incluyen pensamientos,sentimientos,experiencias,memorias. Problemas de la vida. Todos ellos causan “estrés” y el estrés genera mucho acido en el cuerpo. Lo que ingerimos, bebemos y nuestras emociones, son importantes para recuperar nuestro equilibrio interior. Recordemos que la OMS (Organización Mundial de la Salud) define la salud como un bienestar Físico, PSÍQUICO y social.  

¿Por qué la práctica del deporte favorece un estado alcalino?

   El ejercicio nos hace respirar y obtener oxigeno, y hace que sudemos (eliminación de toxínas). Moviliza el sistema linfático. Y al hacerlo nos ayuda a estar alcalinos y a mantenernos así. El ejercicio nos permite eliminar las toxinas del cuerpo, eliminar la acidez del tejido graso. También es importante para fortalecernos y ganar flexibilidad,  para fortalecer el sistema cardiovascular, los huesos y las articulaciones. Mejora el metabolismo, la presión sanguínea, equilibra el nivel de triglicéridos en sangre y los niveles de insulina.

¿Por qué el contacto con la naturaleza favorece un estado alcalino?

   En la naturaleza hay mucho más oxigeno y el oxigeno es necesario para la vida. En un entorno con oxigeno el ambiente está cargado de iones negativos. En las ciudades hay menos oxigeno, y hay todo tipo de contaminación, no solo por los coches, sino por las ondas que circulan de todo tipo,  de las torres de telefonía móvil, wifis, entramado eléctrico, calefacciones, etc., Todo ello contribuye a mantener un entorno cargado con iones positivos. Y este entorno favorece la acidificación.

 ¿Por qué, entonces, es buena la Terapia del Par Biomagnético?

   Porque promueve la no proliferación de patógenos que favorecen la acidificación del cuerpo, consiguiendo la neutralidad del pH del organismo. En un pH NEUTRO no pueden vivir patógenos y eso repercute directamente en un óptimo estado de salud. Logicamente, la dieta y el ejercicio harán el resto.


Los Microorganismos


¿Qué función tienen los MICROORGANISMOS? 

   Una de las consecuencias peores de tener un cuerpo demasiado acidificado son los “bichos” que crecen con fuerza dentro de él: bacterias, levaduras u hongos de todo tipo. Los desechos ácidos preparan el terreno para la proliferación de todo tipo de microorganismos devastadores dentro del cuerpo, empezando por las famosas CANDIDAS. CANDIDAS es el nombre común en latín para denominar LEVADURA, que en verdad es un tipo de hongo. Las levaduras y los hongos son formas unicelulares que crecen en materia humana, animal o vegetal. Están por todas partes. Las CANDIDAS normalmente se encuentran en el tracto gastrointestinal a causa de la ruptura de los alimentos. Pero pueden crecer de manera desmesurada provocando montones de síntomas desagradables, crónicos o fatales. Todos conocemos sus efectos: infecciones vaginales, infecciones de vejiga, llagas en la boca, en la garganta etc., Las excreciones de estos microorganismos son toxinas. Los microorganismos producen estos desechos ácidos cuando ingieren y digieren (fermentan) energía en forma de electrones a partir de los carbohidratos, proteínas y grasas (lo mismas sustancias que nuestro organismo busca para generar energía).
      Las CANDIDAS y otros microorganismos se aprovechan de las zonas más débiles del cuerpo, intoxicándolas y agotándolas. En un medio ácido tienen campo abierto. Viven de nuestra energía o electrones, usan nuestra grasa y proteínas, incluso nuestra materia genética, ácidos nucleicos, para poder desarrollarse y crecer, lanzan sus desechos tóxicos a la sangre y dentro de las células contaminando aún más el sistema.
   Estos organismos y sus desechos, contribuyen directa e indirectamente a una larga lista de síntomas. La mayoría de malestares y enfermedades, especialmente las crónicas y degenerativas surgen del estado de acidificación crónico, dando lugar a la transformación de microorganismos y su crecimiento desmesurado, algunos ejemplos de patologías:
   Pié de atleta, diabetes, cáncer, arteriosclerosis, osteoporosis, fatiga crónica y dolor, infección, fatiga y disfunciones corporales en glándulas, indigestión, diarreas, antojo alimentarios, depresión, hiperactividad, comportamiento antisocial, asma, hemorroides, resfriados y gripes, problemas respiratorios, endometriosis, piel seca y escozor, gingivitis, hongos en dedos del pié, mareo, dolor en las articulaciones, mal aliento, úlceras, colitis, ardor estomacal, boca seca, problemas menstruales, irritabilidad, ojos hinchados, falta de libido, lupus, cambios de humor, desequilibrios hormonales, infecciones vaginales, quistes y tumores, artritis reumatoide, parestesias, fiebre del heno, acné, gases, hipoglucemia, hernia de hiato, migrañas, insomnio, frío constante, sobrepeso, exceso de delgadez, hipersensibilidad química, poca memoria, dolores musculares, alergias de todo tipo, irritación ocular, esclerosis múltiple, mala absorción de alimentos, infecciones de vejiga, por nombrar algunas….
   ¡Los MICROORGANISMOS viven y prosperan en un medio ácido con poco oxigeno! Les encanta nadar en sus propios desechos que aún añaden más ácido al organismo. Existen más de mil toxinas producidas por bacterias, levaduras y hongos.
   Por eso es importante que el cuerpo esté alcalino-básico, o neutro porque así no proliferan los microorganismos ni sus toxinas. 
   El Ph de la sangre y orina es el factor más importante a la hora de determinar el estado de los microorganismos en la sangre.

El crecimiento excesivo de microorganismos ocurre en dos fases:

en la fase inicial de desarrollo, los microorganismos crecen en pequeñas colonias, y aunque son visibles en la sangre, normalmente no se detectan físicamente y no producen síntomas.
en la segunda fase, es la fase de síntomas agudos o crónicos, las complicaciones y malestar son obvios. Esta segunda fase puede tardar años o puede ocurrir rápidamente.
Cuando el cuerpo vuelve al equilibrio, al estado base, las bacterias, levaduras, hongos dejan de desarrollarse y vuelven a se benignas. Sus desechos tóxicos pueden ser expulsados del cuerpo.

CUANDO EL PEZ ESTA ENFERMO, CAMBIA EL AGUA

   Imagina que tu cuerpo es como una pecera, y que tus células y órganos internos son como los peces, que nadan en el fluido (incluida sangre) que transporta su comida y elimina los desechos. Luego imagínate que acercas un coche y conectas el tubo de escape al filtro del aire de la pecera, después les tiras demasiada comida o comida inadecuada. El agua se llena de monóxido de carbono y se vuelve ácida, y los peces son incapaces de comerse toda la comida o de digerirla, y los restos comienzan a pudrirse. Los desechos ácidos tóxicos van aumentando haciendo que el agua sea aún más ácida.
   Lógicamente los peces empezarán a enfermar o a morir. ¿Qué harías para arreglarlo? ¿Tratarías a los peces? No, obviamente cambiarias el agua. Pues lo mismo ocurre con nuestro organismo. Hay que limpiar el agua y mantenerla limpia.
   El caos y desequilibrio ácido, y transformación de microorganismos y luego su crecimiento desmesurado es totalmente natural y es un proceso ordenado cuando la vida está terminando. El cuerpo automáticamente se vuelve ácido cuando muere. En el momento que dejas de respirar los niveles de oxigeno descienden velozmente, generando un entorno anaeróbico (sin oxigeno) en el que pueden proliferar los microorganismos (además de que aman el ácido). Entonces se ponen a trabajar. Su gran trabajo. Una de las razones principales por las cuales forman parte de nuestro cuerpo es que se encargan de las “pompas fúnebres” cuando morimos. Los microorganismos y sus toxinas se encargan de reducirnos hasta convertirnos de nuevo en micro encimas. Los biólogos lo llaman el ciclo de carbono. El ácido es lo que hace que nuestro cadáver se pudra, se descomponga.
   Así que con nuestros ácidos provenientes de la dieta y del metabolismo, que generan la transformación patológica de microorganismos, y su crecimiento desmesurado en cuerpos acidificados vivientes, el proceso se inicia prematuramente. Las bacterias, levaduras y hongos comienzan su festín antes de hora, mientras estás vivo.

Básicamente nos estamos fermentando. Llenándonos de hongos.

   IMPORTANTE: en principio no hay nada malo con los microorganismos en un equilibrio adecuado. En todo caso, muchos son beneficiosos para nuestros sistemas organicos y son muchos los que desempeñan una función beneficiosa para nuestra salud: nos ayudan a digerir los alimentos, a sintetizar vitaminas y a mantener operativo el sistema inmunitario, entre otras cosas. Las células de todo el cuerpo se mueren constantemente, y nacen nuevas, para que el cuerpo pueda renovarse de nuevo, y mantenerse sano y vigoroso. Los microorganismos son una fase de todas las células transformadas y están ahí para manejar y reciclar, para que no se acumule la basura.  Cuando predomina la acidez y la falta de oxigeno, es cuando el desequilibrio del pH puede llevar a los microorganismos a proliferar desmesuradamente y causar enfermedad.

El Ph y la acidificación


   El termino Ph lo definió originalmente un bioquímico danés  en 1.909 llamado Soren Peter Lauritz sorensen. El Ph significa literalmente el “potencial de hidrógeno”, es decir, el Ph sirve para indicar la concentración de iones de hidrógeno en un fluido. Los iones de hidrógeno simplemente son protones (partículas o moléculas cargadas positivamente). Y ya que los ácidos disueltos en un fluido son lo que producen iones de hidrógeno, sabemos que cuantos más iones de hidrógeno haya en una solución, la que sea,  más ácida será esa solución. Por lo tanto, si miramos  la concentración de iones de hidrógeno en un fluido (fluidos corporales saliva, orina, sangre, líquido extra e intra celular), el Ph nos indicará sí un fluido o componente es ácido, alcalino, o neutro. Esta es la razón por la cual medir el Ph de nuestros fluidos corporales y tejidos nos permite determinar sí nuestro cuerpo está en un estado de equilibrio ácido-alcalino.

   Debe matizarse que una sustancia ácida desprende o libera iones de hidrógeno y una sustancia alcalina absorbe iones de hidrógeno.
   El premio Nobel Albert Sent.-Gyögyi, 1937 (por descubrir la vitamina C en 1927) dijo que el cuerpo “es alcalino por diseño, pero sus funciones son acidificantes”. Se refería a que todos los procesos metabólicos del cuerpo producen enormes cantidades de ácido, minuto a minuto, a pesar de que para poder funcionar apropiadamente, las células y los tejidos, necesitan un entorno alcalino, y el cuerpo hará todo lo que esté es su mano para mantener su diseño alcalino y mantener el equilibrio del Ph. 
   Todas las funciones corporales producen efectos ácidos; por lo tanto es muy fácil y normal que la sangre y los tejidos se acidifiquen. Así que se puede decir: el cuerpo humano es alcalino por diseño, pero sus funciones son acidificantes. Y en la práctica quiere decir que el cuerpo necesita un combustible alcalino, y que los ácidos se generan como un sub-producto de todas las actividades humanas.

¿Qué es lo que provoca o produce la acidificación?

   La acidificación no solo se produce por las propias funciones del cuerpo, si no por un desequilibrio en las dietas que son enormemente acidificantes producienndo una sobreacidificacion de las celulas, tejidos, organos y finalmente de la sangre. Este desequilibrio crea el marco para el caos abriendo las puertas a las enfermedades y a todo tipo de patologias.
   Las enfermedades fisicas, crónicas y agudas, y el malestar son siempre consecuencia del exceso de ácido que estresa el desequilibrio del pH del cuerpo llegando a producir los sintomas que ya conocemos como enfermedad.
   La buena noticia es que podemos revertir ese estado ácido siendo responsables, eligiendo estiilos de vida saludables, alimentos que no acidifican y si aun así seguimos con problemas, utilizar la Terapia del Par Biomagnético, descubierta por el Dr.Goiz.
   Nuestro cuerpo no puede soportar durante largo tiempo permanecer en un estado ácido.

La acidificación se presenta en el cuerpo en 7 fases:

Perdida energía
Sensibilidad e irritación
Mocos y congestión
Inflamación
Endurecimiento de tejidos blandos (Induración, incluyendo lupus, fibromialgia, endurecimiento de las arterias, aateromas)
Ulceración
Degeneración (cáncer, enfermedades coronarias, infarto, SIDA, ESCLEROSIS MULTIPLE, DIABETES

En los estadios iniciales de la acidez los síntomas pueden no ser muy intensos y pueden incluir cosas como erupciones cutáneas, migrañas, alergias, resfriados y gripe, y sinusitis.  A medida que la acidez va avanzado la cosa se va complicando resultando en disfunciones de las glándulas tiroideas, adrenales, hígado y etc.,  Y si el Ph de los tejidos se acidifica aún más, los niveles de oxigeno decrecen y el metabolismo celular se detiene. Es decir, las células se mueren. Te mueres.
                                                
Para prevenir esto, cuando hay mucha acidez en el cuerpo, la sangre comienza a retirar MINERALES ALCALINOS de los tejidos para compensar. Hay unos minerales que neutralizan, o desintoxican los ácidos potentes del cuerpo, pero los más importantes son:

SODIO,
POTASIO,
MAGNESIO Y
CALCIO.

   Un cuerpo sano siempre tiene una reserva de estos minerales alcalinizantes para un caso de emergencia. Pero si hay pocas reservas o no lo obtiene de los alimentos, lo va a buscar a cualquier otro sitio; la sangre (sodio y potasio), los huesos y cartílagos (calcio), o los músculos (magnesio) dónde son necesarios. Y esto obviamente puede conducir a deficiencias y a la variedad de síntomas que de ello deriva.
   Cuando la acidez es tal que el cuerpo no puede eliminarlo vía orina, heces, respiración o sudor, lo que hace es almacenarlo en los tejidos. Entonces el sistema linfático (inmune) hace lo que puede para neutralizarlo y eliminar todo lo que puede. Y esto significa, volver a lanzarlo de nuevo a la sangre, generando un círculo vicioso; robando aún más minerales básicos del propio cuerpo y estresando al hígado y a los riñones. Aún más, si el sistema linfático se ve saturado, o sus conductos no funcionan correctamente (muchas veces por falta de ejercicio), los ácidos se acumulan en el tejido conectivo.
   Los desequilibrios del pH de la sangre y de los tejidos producen irritación e inflamación y prepara el terreno para las enfermedades. El sistema circulatorio intentará eliminar los ácidos en forma de gas o de líquido, a través de los pulmones o los riñones. Si hay demasiados desechos, los depositará en varios órganos: corazón, páncreas, hígado y colón, o en el tejido graso: incluyendo pechos, caderas, muslos y abdomen y cerebro. Conocemos estos depósitos como; pólipos, fluidos, quistes, cristales ácidos, tumores, verrugas, protuberancias, masas, manchas, lunares, ampollas, etc.
   A este proceso también se le puede llamar: envejecer. Finalmente, si continúa, (en el séptimo nivel de acidez) este proceso conduce a las enfermedades degenerativas, incluyendo cáncer.
   Y todo esto provocado por ácidos derivados de la dieta, metabólicos y del entorno. Ácidos de dieta, se refiere a lo que comes y bebes; ácidos metabólicos se producen a medida que el cuerpo procesa lo que come y bebe (para convertirlo en energía), Los ácidos ambientales son los que proceden del entorno por ejemplo productos sinteticos, el humo de una fabrica etc...
   Por otro lado, una sangre y tejidos sanos y alcalinos crean un cuerpo sano. Y  en ese buen estado de salud la Terapia del Par Biomagnético va a contribuir de forma determinante en el mantenimiento óptimo de la salud.