EL AGUA ALCALINA


LOS EFECTOS DEL AGUA ALCALINA

   En definitiva, según numerosos estudios realizados en Japón la eliminación de desechos ácidos produce una mejoría sustancial en la salud. De ahí que el consumo de agua alcalina proporcione en el cuerpo una ganancia en la alcalinidad con unos beneficios prácticamente inmediatos. Así, según esos estudios,
   Evita las fermentaciones -productoras de toxinas- en nuestros intestinos asociadas a una mala o deficiente calidad de los alimentos.
   Colabora en los casos de diarrea crónica. El Ministerio de Salud Pública japonés confirmó ya en 1965 que el agua alcalina iónica tiene un efecto curativo en la indigestión, la diarrea crónica, las enfermedades del estómago e intestino y el estreñimiento.
   Favorece la digestión de los alimentos.
   Neutraliza la hiperacidez gástrica, origen de gastritis y úlceras gastroduodenales.
   Atraviesa más fácilmente las paredes celulares favoreciendo la alimentación de las células y la eliminación de sustancias residuales en su metabolismo. El proceso de electrolisis rompe los racimos moleculares (cluster) constituidos en torno a las moléculas de agua al adherirse a ellas moléculas de productos contaminantes lo que dificulta las funciones metabólicas. Los cluster de 10-13 moléculas pueden ser reducidos a la mitad mejorando el trasvase de nutrientes entre el exterior y el interior de la célula.
   Combate la acidez orgánica ocasionada tanto por la "comida basura" como por las dietas excesivamente ricas en carne y productos refinados.
   A medio plazo, los beneficios de beber agua alcalina se traducen en la prevención de gran número de dolencias: diabetes, asma bronquial, dermatitis, hepatitis, artritis crónica reumática, colesterol alto, síndrome de Meniere, insomnio, obesidad, dolores de espalda, neuralgias, enfermedades del climaterio, hemorroides, disentería crónica, etc.

EL AGUA ALCALINA Y EL CÁNCER

   Incluso para sobrellevar una enfermedad tan grave como el cáncer podría ser positivo el uso de agua alcalina. Por su propia naturaleza física un sistema alcalino es rico en oxígeno, la sustancia más esencial para la vida humana. Y hace ya algunas décadas el Dr. Otto Warburg -único médico que ha ganado dos premios Nobel en vida en la misma modalidad- demostró que el cáncer es anaeróbico, es decir, se desarrolla en ausencia de oxígeno libre. Y, consecuentemente, es difícil que pueda desarrollarse en un ambiente de pH alto alcalino y, por tanto, cargado de oxígeno. De ahí que para Warburg el cáncer, además de innumerables causas secundarias, tenga una causa primaria: "La primera causa del cáncer -afirmaría- es el reemplazo de la respiración normal de oxigeno de las células del cuerpo por una respiración celular anaeróbica".
   Warburg explica que la carencia de oxígeno impide completar adecuadamente el proceso de combustión en la célula por lo que poco a poco se hace imposible la creación de células sanas, quemar energías y eliminar desperdicios. Y en esas condiciones al sistema inmune se le hace cada vez mas difícil resistir los ataques a que está sometido ya que las células y fluidos del cuerpo se intoxican. Obviamente, si permitimos que esa carencia de oxígeno se vuelva crónica el sistema inmune se va agotando y aparece la enfermedad. Los desechos ácidos depositados en algunas áreas u órganos provocarán la muerte de algunas células cuyos desechos se acaban convirtiendo a su vez en ácidos. Cuando el ácido se acumula en alguna zona del cuerpo (con excepción de los fluidos estomacales, que deben ser ácidos para remover la basura metabólica y digerir los alimentos) ésta se vuelve deficiente de oxígeno y -siempre según Warburg y quienes comparten su visión del cáncer- algunas células podrían adaptarse a ese ambiente y, en lugar de morir -como las células normales hacen en un ambiente ácido, aunque eso suponga la aparición de diversas enfermedades- sobreviven convirtiéndose en células anormales. Células anormales que no responden a los procesos biológicos naturales, crecen indefinidamente sin orden e inician un proceso cancerígeno.
   Bueno, pues el agua alcalina, al permitir al organismo mantener un nivel interno rico en oxígeno, dificulta también el crecimiento de las células tumorales.

EL AGUA ALCALINA Y EL ENVEJECIMIENTO

   Hay estudios científicos que muestran que las células y tejidos de la gente joven tiene 10 veces más enzimas que las de la gente mayor. Y que el entorno ácido perjudica notablemente el trabajo de las enzimas, moléculas proteicas especializadas que aceleran hasta en miles de veces las reacciones bioquímicas de cada célula, tejido, órgano o sistema. Es decir, se trata de sustancias vitales sin las cuales las reacciones químicas necesarias para la vida no tendrían lugar (regulan la temperatura corporal, la contracción muscular, la conducción nerviosa, la excreción de orina, el intercambio de gases en el pulmón, la utilización de oxígeno por la células, el crecimiento y reparación celular, el proceso digestivo...). Pues bien, nuestras enzimas se inactivan si el pH celular se desvía más allá de unos estrechos límites. Y si los niveles de enzimas disminuyen los procesos de reparación celular y de defensa no responden eficientemente con lo que también el proceso de envejecimiento celular se acelera.

   A todo ello hay que añadir el efecto de los radicales libres sobre nuestro organismo y su cada vez más reconocida influencia en el envejecimiento. Los procesos normales del organismo -como el metabolismo de los alimentos, la respiración o el ejercicio- producen radicales libres, moléculas inestables y altamente reactivas. Su "misión en la vida" es la de remover el electrón que les hace falta de las moléculas que están a su alrededor para obtener la estabilidad. Solo que la molécula "atacada" (a la que "roba" el electrón) se convierte entonces a su vez en un radical libre. Y de esa manera se inicia una reacción en cadena que daña muchas células y descompone las membranas de nuestras células llegando a destruir y mutar su información genética facilitando así el camino para que se desarrollen diversos tipos de enfermedades y nuestro organismo vaya envejeciendo.
   Pues bien, el equilibrio en el organismo lo ponen los antioxidantes, sustancias que tienen la capacidad de inhibir la oxidación (proceso de captación de electrones) causada por los radicales libres. De los que unos actúan a nivel intracelular y otros en la membrana de las células, siempre en conjunto para proteger a los diferentes órganos y sistemas. Lo que pasa es que su trabajo se puede ver desbordado cuando, además de con los radicales naturales, tienen que enfrentarse con aquellos procedentes de fuentes externas como la contaminación industrial, el tabaco, la radiación, los medicamentos, los aditivos químicos presentes en los alimentos procesados y los pesticidas, por nombrar sólo los más comunes y los que masivamente nos invaden.
   Obviamente el peligro de la oxidación causada por los radicales libres se contrarresta proporcionando al cuerpo antioxidantes para neutralizarlos y prevenir así su acción perjudicial, especialmente las vitaminas C y E, el betacaroteno y el selenio que actúan liberando electrones en la sangre que, al ser captados por los radicales libres, los convierten en moléculas estables.
   Sin embargo, el agua alcalina puede ser aún mejor solución porque aporta una gran cantidad de electrones libres que pueden bloquear la alteración de las células normales ya que al ser una sustancia de bajo peso molecular y gran dinamismo le permite alcanzar todos los tejidos del cuerpo en un tiempo muy corto.

Nota: Una receta sencilla para obtener agua alcalina es: a un vaso con agua agregar una pizca de bicarbonato y el jugo de medio limón, tomar inmediatamente. Realizar esto 3 veces al día + 4 veces al día sin agregar el bicarbonato (solo medio limón) por 1 semana. Así mantienes el cuerpo alcalino al 100%. Descansar 2 Semanas tomando agua normal. (filtrada).

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